miércoles, 27 de abril de 2011

SALVAJE

Le deseaba desde la primera vez que le vio, de espaldas; aquella vez, jugando al billar. Pasó años riéndose de sí misma por aquella primera reacción de su cuerpo ante esa presencia... Hasta que dejó que emergiera ese impulso; ese día que la prohibición quedó en nada... Probablemente, una de las mejores noches de su vida; seguro, el mejor polvo hasta entonces.

Al tocar su espalda, cuando sentía ese cuerpo rozar el suyo, al besarle y jugar con su lengua; ese escalofrío le llevaba al éxtasis tan sólo imaginando lo que vendría después. Jamás había encontrado nadie capaz de provocarle un orgasmo como aquellos... Sentir, al correrse, como él le penetraba suavemente; siguiendo el ritmo de las contracciones de su cuerpo, en el momento que éste más vulnerable se encontraba.

Ella se sentía conforme era su sexo, salvaje. Disfrutaba mirándole, acariciando su pelo mientras él le chupaba los pezones... Le maravillaba que siempre era increíble, cada noche; y ninguna igual. Pero si había algo que a ella le encantaba, eran aquellos impulsos morbosos, políticamente incorrectos; para ellos perfectos.

Ahí estaba él. Enfrente, ella, con esa mirada que sabía podía con él. Faltaba poco. Quizá toda aquella gente a su alrededor desapareció para los dos. Sólo existía una mano ajena dentro del pantalón de él; ella, notando cómo iba creciendo, masajeándola, ayudándola a salir de allí... sólo podía oír los suaves y ahogados gemidos de él, mientras se inclinaba, y pasaba su lengua por la parte más sensible, aquella que ya era libre. Deseaba pasarla por todo él, por cada milímetro de su cuerpo; quizá lo hubiera hecho... Cada vez se sentía menos capaz de controlarse a sí misma, deseaba que en lugar de en su mano, estuviera dentro de ella. Se sentía mojada... Le miraba, le encantaba verle así... Jamás hubiese sido capaz de detenerse por sí sola... Necesitaba más.
Cada vez faltaba menos, y no existía nada que pudiera privarle de aquella presencia en su interior.

Por fin sentía el agua correr sobre su cara... A sus espaldas él, penetrándola; jugando con sus pezones, haciéndole sentir sus cuerpos chocando, permitiendo que ella escuchara esos gemidos que hacían que mojara los dedos de él, ahora jugando en el lugar exacto, en el lugar perfecto...
Y vuelve a sentirse salvaje, y se mueve como tal.


*ángel caído* (marzo 2011)
Necesitaba colgarlo ya...

1 comentario:

  1. Hola Angel Caído:
    He visitado tu blog, tal como me indicabas en tu mensaje. Escribes bien y es interesante. Yo de ti pondría imágenes, siempre llaman la atención y ayudan a que la gente se fije, y puedes encontrar a fotógrafos o dibujantes que siempre están deseando que les publiquen.
    No te preocupes si no tienes seguidores. Lo que tienes que hacer es seguir publicando. Al final, la gente te descubre.
    Besitos:
    Blogger Erótico

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